Lo primero que ha hecho el flamante presidente francés es ir a tranquilizar a su aliado alemán, después se ha rebajado el sueldo, a él y a sus ministros. Se trata de un rearme moral para lo que viene porque Francia tiene que tomar medidas drásticas si no quiere descender al infierno donde ya están Italia y España.
Recortes a la vista
Hollande no puede pedirle a los franceses sacrificios sin hacer algún gesto que otorgue a sus medidas una cohartada moral, el nuevo presidente parece querer decir: "yo he sido el primero, ahora os toca a vosotros". Y los recortes llegarán pronto.
Desde Francia con resignación
Los bancos Franceses son los que atesoran más deuda griega y esto puede añadir más incertidumbre a la situación actúa ya de por sí complicada. Hollande es muy consciente de los desafíos y sabe que en las actuales circunstancias un paso en falso puede fatal de modo que de momento aparcará algunas de sus promesas.
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